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  • ¡Vamos Geneva 2030!

¿Cómo se celebra el Día de los Muertos en Geneva, Nueva York? (español)

Una conversación comunitaria con Vamos Geneva 2030


Ofrenda hecha por Marilu Segura en la biblioteca pública de Geneva en 2019.


Se nota cada año más la importancia del Día de los Muertos en nuestra comunidad multicultural y se pueden apreciar las diversas formas que tenemos de recordar a nuestros seres queridos. 


Aquí en Geneva, celebramos el Día de los Muertos en familias, en iglesias, en centros comunitarios, en la biblioteca y universidades. Maestros, padres/madres, estudiantes y otros miembros de la comunidad se reunen para celebrar colectivamente. Algunas tiendas mexicanas venden pan de muerto y materiales para las ofrendas. Nuestra biblioteca pública presta libros relacionados con el tema.


Este año, Vamos Geneva 2030 habla con miembros de nuestra comunidad (virtualmente) sobre cómo celebramos el Día de los Muertos en Geneva. Lean sobre las experiencias y memorias de Marilu Segura, Marcela Romero Rivera, Joana Pacheco, Manuel Portillo, Nanci Aguilera, Daniel Juarez, May Summer Farnsworth, Stephanie Annear y Michelle Martin-Baron.  

 

Marilu Segura


“El Día de los Muertos es una tradición importante en mi familia. Cuando era niña, recuerdo el sentimiento de anticipación cuando ayudábamos a mi mamá y mi abuela Victoriana a preparar la ofrenda. Cuando mi familia se mudó a los Estados Unidos, esa tradición se perdió hasta cierto punto. No fue hasta que falleció mi abuela Victoriana que comenzamos a volver a la tradición de instalar el altar en honor a ella y a otros familiares que han fallecido. Ahora que mis abuelos fallecieron, todos los años levantamos ofrendas para honrar, recordar y celebrar con ellos el Día de los Muertos.


El Día de los Muertos es una tradición que mantendré viva. Enseñaré a mis hijos a apreciarlo como una celebración de la vida, teniendo en cuenta que nuestros seres queridos vivirán para siempre en nuestros corazones mientras los recordemos.


En nuestra ofrenda de cada año, nos aseguramos de incluir alimentos típicos como el mole y la calabaza en dulce que tanto gustaba a mi abuela o “Mamá Vito”. También incluimos frutas: mandarinas, guayabas, manzanas, plátanos, etc. A mi abuelo Miguel le encantaba tomar su “Coca,” así que siempre hay una botella de Coca-Cola, también le gustaba comer pan con chocolate caliente. Velas, flores y un vaso de agua para las almas, sal e incienso o copal si está disponible también forma parte de la ofrenda. Nuestra ofrenda no estaría completa sin fotografías de nuestros seres queridos.


Aunque estamos lejos de sus tumbas, todos los años abrimos nuestras casas y montamos nuestras ofrendas con la creencia de que el alma de nuestros seres queridos vendrá a estar con nosotros en el Día de los Muertos.”


Marilu Segura en la biblioteca pública (2019).

 

Marcela Romero Rivera


“El altar del Día de los Muertos es una tradición que se observa en varios países de América Latina entre los últimos días de octubre y los primeros de noviembre. Todos sus elementos—colores, olores, flores e imágenes—tienen un significado ritual cuyo fin último es darnos un espacio para conectar con la memoria de nuestros seres queridos que se nos han adelantado en el camino de la vida. 


En octubre del 2014, tuve la oportunidad de compartir esta tradición con estudiantes y colegas de Hobart and William Smith, en Geneva, N.Y. Gracias a esta oportunidad me pude dar cuenta de que, más allá del placer que implicó para mí armar el altar y explicar el significado de cada elemento, lo más gratificante fue que los estudiantes que participaron lo hicieron abrazando el ritual y haciéndolo parte de sus experiencias personales, en lugar de verlo solamente como una expresión de diferencia cultural de un lugar remoto y una tradición ajena. 


Después de que les expliqué qué significaba la estructura, las luces, la comida, las flores, y otras figuras, hablamos de lo que significa este espacio físico en una comunidad que una vez al año hace una pausa para dedicar un tiempo a revisitar la memoria de los muertos a quienes quisimos en vida. A los retratos de mi padre, mi abuela y una amiga mía, pronto se les unieron otras fotografías traídas por estudiantes a quienes les dedicamos comidas, mensajes y, sobre todo, un momento de memoria llena de cariño. 


Este año marcado por el cambio drástico de nuestras condiciones, hace más apremiante que nunca la necesidad de encontrar espacios colectivos para el reconocimiento y la asimilación de nuestras pérdidas individuales y colectivas. Los altares del día de los muertos nos brindan ese espacio tan necesario para los que todavía estamos presentes para despedir a los que nos han dejado y continuar andando”. 


Altar hecho por Marcela Romero Rivera (Hobart and William Smith, Octubre 2014).

 

Joana Pacheco


“Comparto mis fotos de México. Tengo imágenes de la tumba de mi abuelo y su altar con otro tío y tío abuelo. En una de las fotos, mi hermanita está disfrazada de La Catrina con un vestido que le hizo mi abuela. Tengo una foto del diseño de una calavera en un piso en La Ciudad de México y tengo fotos tomadas en Visa Hermosa, Puebla, México”.


Fotos que comparte Joana Pacheco de su familia celebrando en México.


 

Manuel Portillo


“Hablo con mis estudiantes sobre las visitas a los panteones de cuando era niño, los altares, el sincretismo religioso, el chocolate con molinillo … el chocolate abuelita, que me encanta. Llevo pan de muerto cuando encuentro alguna panadería en la zona”.


Pan de muerto en Hernández Mexican Store (702 W. North Street Geneva, NY).


 

Daniel Juarez


“Una tradición familiar que recuerdo fue que mis padres incorporaron Halloween y el Día de los Muertos en uno, de esta manera mis padres podían tener una ofrenda mientras nosotros podíamos tallar calabazas. Mi padre tallaba calabazas y las incluía en un altar que mis padres decoraban con imágenes de figuras religiosas. Incluían comida como el mole y algunas tortillas junto con una cerveza, y un poco de pan dulce mexicano - el pan de muerto en particular. La comida es para aquellos que han fallecido, o ‘los muertitos’ como diría mi madre. Y siempre añadimos algunos de los dulces que recogimos como parte de la ofrenda”.


Mural creado por Daniel Juarez en North Street School (2019).


 

Nanci Aguilera


“De donde yo soy en México se le ponen flores blancas a las personas que murieron sin estar casadas y se les llama angelitos porque mueren sin pecado. A las personas que mueren sin estar casadas sin importar la edad el día del entierro se lanzan cuetes al cielo para dejarles saber a toda la comunidad que murió un angelito. Cuando era niña recuerdo asistir al cementerio con mis papás y colocar una corona de flores y veladoras sobre la tumba de mis abuelos.


 Lo que mi mamá hace es encender unas veladoras el día primero de noviembre,  para recordar y por el eterno descanso de nuestros familiares ya fallecidos. Aqui en Geneva yo sigo haciendo algo parecido , le llevo un ramo de flores blancas para mi sobrina al cementerio y enciendo veladoras en mi casa, ya que no esta permitido dejar veladoras en el  cementerio”.


Nanci Aguilera recuerda las flores blancas que ponen en las tumbas de las personas que mueren sin estar casadas.


 

May Summer Farnsworth


“En el 2019,  Marilu Segura y yo organizamos una celebración comunitaria del Día de los Muertos. Familias del distrito escolar de Geneva trabajaron con voluntarios de la clase de Educación Bilingüe de Hobart and William Smith para organizar un evento educativo en la biblioteca pública de Geneva. Con la ayuda de los voluntarios, los niños hicieron flores de papel, pintaron imágenes de calaveras, decoraron galletas y crearon globos parecidos a calaveras de azúcar. Stephanie Annear colaboró con nosotros, haciendo una ofrenda en la entrada de la biblioteca, cocinando galletitas, donando globos y animando a los que visitaban a colgar sus recuerdos en la pared. Decoramos el salón comunitario con arte creado por los niños, telas de muchos colores, libros relevantes, fotos, velas y otros objetos relacionados con el Día de Los Muertos. Marilu Segura colocó una ofrenda, compartió pan de muerto y habló sobre las tradiciones de su familia Oaxaqueña a los estudiantes universitarios, familias y niños reunidos”. 


Marilu Segura, Gannon Annear, Allie Peron, Jessica Lietz, Alessandra Bryan, Tatianna Suriel, Katie Scully, May Farnsworth, Stephanie Annear y Soren Annear (Biblioteca Pública de Geneva/Geneva Public Library. Noviembre, 2019).


 

Stephanie Annear


“La madre de mi esposo murió cuando él era joven. Con nuestros hijos, mantenemos viva la memoria de la abuela Janet contando historias sobre ella todos los años y poniendo en la ofrenda cosas que nos hacen pensar en ella, como gafas de natación y Doritos. Para nosotros, el Día de Muertos es un momento para bajar el ritmo un poco y recordar todas las cosas que amamos de los miembros de la familia que hemos perdido.

El año pasado, mi parte favorita de la celebración del Día de Muertos fue la ofrenda pública en la biblioteca. Durante una semana, todos los que entraron a la biblioteca vieron la ofrenda y fueron invitados a escribir un mensaje o compartir un recuerdo de un ser querido que habían perdido. A lo largo de la semana, el tablero de anuncios comenzó a llenarse de mensajes en papeles de colores. La ofrenda general se convirtió en una ofrenda de Geneva acogedora y personal ".



La ofrenda de Stephanie Annear en su casa.


Ofrenda comunitaria hecha por Stephanie Annear (Biblioteca Pública de Geneva/Geneva Public Library. Noviembre, 2019).


 

Michelle Martin-Baron


"He estado enseñando sobre el día de los muertos desde que empecé a enseñar sobre el feminismo chicana y Chicana/o y Latina/o.los estudiantes de mi clase de nivel de introducción construyen altares inspirados tanto en altares tradicionales como en los más conceptuales creados como instalaciones por artistas. Para mis estudiantes de Chicana/o y Latina/o, esto a menudo significa traer un pedazo de "hogar" a Geneva, y para mis estudiantes no Chicanas/os y Latinas/os, esto significa pensar en la muerte y la memoria de una manera totalmente nueva. Estudiantes me han dicho que el proceso de construir altares es liberador, curativo, alegre, melancólico y  reconfortante, pero casi siempre significativo. Es uno de mis proyectos favoritos de todos los tiempos. 


Estamos empezando a hablar realmente sobre el día de los muertos en casa. A los 5 años, mi hija mayor se está involucrando. Le encanta la idea de hablar con y sobre los espíritus de nuestros seres queridos y antepasados y darles la bienvenida a nuestro hogar. En nuestra chimenea, hemos puesto fotos de nuestros antepasados, algunas flores de nuestro jardín (normalmente tengo caldos, pero murieron este año en tránsito durante nuestro movimiento, así que es susans de ojos negros este año), y los niños escogieron algunas ofrendas - rocas, conchas marinas, besos de Hershey, y algunos alimentos de plástico para representar sus favoritos. Como tenemos un gato travieso que comerá y masticará comida verdadera, pensamos que esta era una opción más segura".



Fotos de ofrendas por Michelle Martin-Baron.


 

Más fotos


Familias celebrando el Día de los Muertos (Biblioteca Pública de Geneva/Geneva Public Library. Noviembre, 2019).


Memorias compartidas (Biblioteca Pública de Geneva/Geneva Public Library. Noviembre, 2019).


Niños y estudiantes universitarios decorando y disfrutando calaveritas en la biblioteca publica de Geneva. (Biblioteca Pública de Geneva/Geneva Public Library. Noviembre, 2019).


Tanya Taylor reúne libros para celebrar el mes de la herencia hispana y el día de muertos (Biblioteca Pública de Geneva/Geneva Public Library. Noviembre, 2019).


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